Todo comenzó con los cumpleaños. No uno cualquiera, sino los nuestros.

Como hermanas y creadoras de BoheMía, siempre hemos sentido que cada vuelta al sol merece algo más que velas y deseos fugaces.

Queríamos que nuestros cumpleaños fueran momentos de conexión real, espacios donde la gratitud, la intención y la energía se sintieran en cada detalle.